jueves, 23 de agosto de 2012


Llevo meses teniendo la misma pesadilla. Representan las mil maneras en las que tú podrías morir. Me despierto siempre en el instante en el que dejo de escuchar tu corazón latir. Es entonces cuando toco lo que debería ser tu cuerpo, pero toco un puto hueco. Y llega el dilema. ¿Debo encender la luz para dejar de tener tanto miedo y aguantar no verte de verdad? Descarto siempre esa opción y me mantengo en absoluta oscuridad. Suelo acurrucarme y taparme hasta arriba con las mantas mientras aprieto los ojos muy fuerte, intentando imaginar que abrirás la puerta en cualquier momento y me dirás "Ey, estoy aquí contigo ¿vale?".

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