domingo, 24 de febrero de 2013

Quiero un vestido -dijo ella- que le haga replantearse si quiere o no quiere pasar todas las noches de su vida conmigo. Un vestido, no sé, ¿negro? De cualquier color, pero que le haga aflojarse el nudo de la corbata porque no puede respirar bien. Un vestido que me haga ir hasta sus labios sin preliminares ni rosas rojas. ¡Y también quiero unos zapatos! Unos que suenen mucho al caminar, para que se aclare la garganta nervioso en cuanto me oiga. Quiero que llame a su mejor amigo cuando yo me haya ido y le diga "tío, ésta es mi chica, sin duda".

No hay comentarios:

Publicar un comentario