Cuéntale que no soy perfecta. Cuéntale que quise hacer miles de cosas, pero que me quedé en el intento. Que la vida son dos días y me encantó pasar uno a su lado. Cuéntale que quizá trastabillé y ahora me encuentro en el suelo, pero que siempre quise lo mejor para él, para nosotros. Cuéntale que quise volver a su lado cada día, pero que las horas se echaron sobre mí y el tiempo es valioso. Que he conocido a mucha gente... Bueno, no, no le cuentes eso, cuéntale que hasta ahora no he encontrado a nadie como él. Que recuerdo cómo roncaba y cómo se hacía el interesante cuando íbamos al Prado. Cuéntale que cometí más de los errores que tenía permitido, pero que sigo siendo la chica de la horquilla en el pelo y los libros de ciencia ficción.

Si le ves, cuéntale que quise ser mejor, pero que él fue la mejor parte de nosotros dos.