¿Cuántas pestañas habrán volado llevando consigo un deseo?
¿Cuántas estrellas fugaces, cuántas velas de cumpleaños?
No creemos en la magia y rehusamos la superstición, pero no dudamos en que la moneda en la fuente nos hará ricos en felicidad.
Inconexos, incomprensibles... tanto como el cine independiente o los enigmas egipcios.
"Que me quiera",
"que consiga la titulación",
"que sea rico",
"que mi abuelo pase esta horrible enfermedad".
Somos humanos y, por tanto, alocados, vivaces y soñadores.
La cantidad de cosas que contarían los dientes de león si pudiesen hablar...
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