viernes, 21 de junio de 2013

No me mires, no lo hagas.
Óbviame, es lo que quiero.
Deja que me vaya para poder vivir.
Porque el mundo es así, lleno de contradicciones.
Que si te quiero, que si te odio.
Que si "déjame marchar" o "haz que me quede para siempre".
La luna y el sol, así somos.
O más bien como un puto eclipse lunar, o solar, o yo qué sé cuantas metáforas más.
Es que quizás tú quieres un desierto y yo quiero un mar.
Porque ya sabes lo que dicen:
que ni contigo, ni sin ti. 
que si el odio en un te quiero se convierte,
más veloz que una tarde soleada se vuelve una abrupta tempestad.

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