domingo, 30 de junio de 2013

Puedo llegar a ser una escritora de élite, llenar las bibliotecas de gente que quiere tener mi firma en la portada de mi primer best-seller. 
También puedo llegar a ser directora de cine, y que mi película estalle la cartelera de todas las ciudades del mundo. 
Puedo llegar a ser la mismísima reina de este planeta, pero cuando se refiere a ti... 
siempre voy a ser la misma. 
Siempre seré la pequeña adolescente de gafas y pelo castaño, la de los ojos pequeños y los muslos anchos.
La que se escondía tras las paredes para verte sonreír. 
La del lazo rojo en la cabeza y las uñas negras.
La pequeña y temerosa de la tercera fila.
Quizás, algún día, los mejores críticos consigan sacarme los colores y hacer de mí una estrella, 
pero cuando tú me mires, seguiré sintiéndome a seis mil kilómetros bajo tierra. 
Contigo siempre seré la misma que fui cuando te vi tropezar por primera vez y me sonreíste de vuelta.

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