domingo, 30 de junio de 2013

Echarte de menos o echarnos de menos.
No es lo mismo.
A veces, nos echo de menos.
A ti y a mí.
Juntos.
En la cama, en el sofá, en el parque, en la casa de tu abuelo.
Cómo nos hacíamos sentir el uno al otro.
Las risas, los abrazos, incluso las broncas y las discusiones.
Pero sé que volveré a tenerlo, con otro.
Quizás no así, quizás no con la misma intensidad y el mismo deseo.
Pero a ti te echo de menos todo el tiempo.
Es constante.
Echo de menos cómo fruncías el ceño cuando no me entendías,
tu baile ridículo a lo cowboy americano.
Echo de menos mirarte sin que tú te enterases,
y ese olor que dejabas en la almohada.
Te echo de menos... a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario