jueves, 23 de agosto de 2012


-Tengo miedo. Tengo muchísimo miedo.
+Tranquila, estoy contigo.
-Pero no lo estarás siempre. A lo mejor mañana me despierto, intento abrazarte y no estás, y me has dejado por la vecina de en frente, la que es más guapa, más alta y más rubia que yo. Además, yo no sé si ahora me estás queriendo, quizás ya no estás enamorado de mi y te da palo decírmelo. Hagamos algo. Voy a cerrar los ojos muy fuerte, voy a apretar los dientes y voy a agarrarme las piernas con las manos, ¿vale? Venga, ya estoy preparada, dime lo que sientes ahora mismo.
+Estás preciosa. Eres preciosa. ¿Sabes? Me encanta cuando te pones así, o cuando te tapas hasta arriba con la sábana, o cuando me besas en la mejilla, o cuando te muerdes las uñas. Amo cuando te pillo bailando en el baño, cuando te cepillas la melena, cuando me hablas en inglés, cuando pones cara de preocupación, cuando te asustas. Te amo. Y ahora mismo te estoy amando.

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