jueves, 6 de junio de 2013

Me pasé la vida buscando mis demonios. Los asuntos que me hacían temer el futuro y llorar por el pasado. Los que me hacían no ser capaz de vivir el presente y dejarlo todo a un lado, casi como con pavor a lo que los demás dijesen. Busqué en la oscuridad, intentando encontrar si era eso lo que me asustaba. Busqué debajo de la cama, queriendo encontrar... no lo sé bien, quizá un monstruo, quizá la sombra de aquel que se fue. Busqué en los restos de mi anterior yo, de la que dejé de ser y ya no existe, anhelando toparme con lo que pudo ser y no fue, buscando en las fotografías los resquicios del infierno invocado. Y busqué en ti, pretendiendo acertar con la filosofía de las novelas de amor, aquellas en las que se cuentan que lo que te hace desvariar y sufrir tiene el mismo aspecto de todo aquello que amas. Pero no hubo rastro de ellos. Nunca.
Me pasé la vida buscando mis demonios... hasta que los encontré todos dentro de mí.

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