Hay que saber querer, saber soñar, saber perdonar.
Hay que saber cuándo actuar de una manera y cuándo de otra, cuándo emplear "tú" y cuando "usted", cuándo hay que hablar o mantenerse callado.
Hay que saber olvidar, saber dejar atrás el pasado, saber parar.
Pero también hay que saber decir adiós.
Creedme.
Porque la vida es una serie de catastróficas desdichas, hecha de pedazos de historias que van a comenzar y de algunas que nunca debieron dar ni el primer paso.
Párate en el camino.
Piensa.
¿Va a hacerte bien?
¿O va a hacerte sufrir?
No temas decir adiós, aún no es tarde para seguir adelante.

Quizás todos estamos equivocados y Romeo nunca debió acercarse a Julieta.